jueves, 8 de septiembre de 2011

Paso Uno: el ser un “Guerrero"


La mirada a ser un luchador, un hombre indestructible, quien gana batallas, rescata a la damisela del castillo y tiene un final feliz te parece familiar? Más aun, en la vida real, la filosofía del guerrero siempre ha pasado desde una perspectiva idónea; ser rudo, masculino, sin sentimientos y con una alta carga de testosterona es quizás el modelo más visto desde el papel al celuloide, y siempre, quedan entre granes abismos una pregunta, ¿Qué es ser un guerrero?

Bueno, decirlo y serlo no son concordantes, ya que en la historia, a través de lo largo y ancho de nuestra humanidad, distintos prismas nos muestran a los guerreros del mundo, desde distintos ojos, así por nombrar los que se me vienen a la mente: Un templario con fuerte código religioso; un samurái, con un estilo de vida basado en el bushido; o un espartano, quien no se rendía ante nada ni nadie. Estas miradas entregadas por distintos medios, contienen altas cargas de información que si es bien apreciada, nos muestran que, cada uno fue lo mejor en su tiempo.

Ahora, el siguiente paso es, ¿Cómo llegaron a ser historia? Pues bien, espero poder entregar la mirada en particular y dejar a vuestro lema las conclusiones, ya que en algo puedo afirmar, es ver lo inseparable a considerar en un guerrero de la historia: “Su filosofía y su entrenamiento”

Paso uno: Ser cazador.

Desde tiempo inmemorial (y dejo claro esto, ya que no consiste en andar con rifle y matar cualquier cosa que se cruce en el camino) satisfacer las necesidades básicas ha sido nuestro lazo como especie evolutiva, el saciar el hambre, ese instinto que desata en cadena una serie de percepciones sensoriales, a los cuales hoy en día muchas pasan desapercibidas (vasodilatación sistémica, aumento de la salivación, estimulación de los focos receptivos nasales) muchas veces se resumen en un “Tengo Hambre” y a servir lo que se encuentre o comprar un Hot-dog en una esquina.

Si bien el hombre antiguo no disponía de un local de comida rápida en sus tiempos, si tenía una diversidad de fauna a la cual recurrir, pero no era fácil, requería de especialización, paciencia y el primer indicio de la carga de la lucha “dominar el instinto y usar la inteligencia”. La mayor carga proteica estaba en el consumo de otras especies, y para suplir las aproximadas 8000 calorías diarias necesarias para mantener el día (actualmente el porcentaje bordea las 5000 cal) buscaba la forma de conseguir de forma eficiente y eficaz el sustento, así, sobrevivir.

De por sí, nuestros antecesores fueron atletas de resistencia por excelencia, recorridos de grandes distancias en buscada de comida, muchas veces huir de amenazas superiores (comer o ser comido, una regla que se mantiene en la actualidad) escalar, trepar, saltar y reptar, habilidades básicas altamente especializadas en aquellos tiempos, no por diversión, por perdurar.

Entonces, para ser un cazador y mostrar en este inicio que somos capaces, un entrenamiento “Fartlek” u “Entrenamiento Variable” de 30 min a 1 hora potenciando así el sistema aeróbico, aumentando la Frecuencia cardiaca (FC) y el Consumo de O2, (para quienes no tengan conocimientos en entrenamiento, publicaré también sistemas de entrenamiento y metodología, pero rijámonos por el programa) cada día, antes de cada almuerzo, por un periodo de dos semanas, nos mostraran que tan capaces estamos y cuanta hambre tendremos después de aquello, saludos.

http://www.youtube.com/watch?v=ud4Dox9IZCs&feature=related O

http://www.youtube.com/watch?v=5W6gaberfmg